El cine es fantasía. El
cine es realidad. El cine es retratar los hechos desde un punto de vista tan
personal como ajeno, donde podamos no solo entretenernos, sino también
aprender. Y la mejor manera de hacerlo es viendo los errores del presente y
asegurarnos que dejen de serlo en el futuro.
Teniendo esto en cuenta,
debo confesar la tremenda alegría que sentí mientras se iban proyectando los créditos finales de ´´La Jaula de Oro´´ (2013), primer largometraje
del director español Diego Quemada-Diez, quien posteriormente tuvo la
oportunidad de brindar una Clase Maestra en la Escuela de Artes y Espectáculos TAI,
en el marco de la Madrid Premiere Week.
´´Antes de ser una clase,
me gustaría que estas horas sirvan para compartir algunas de las experiencias
que formaron parte no solo de la realización, sino también de la concepción de
la cinta´´. Fue así como el galardonado director comenzaba a compartir detalles
tan técnicos como humanos sobre la dirección cinematográfica. Desde la manera
tan vivencial como se adentró al crudo tema migratorio hasta una particular
manera de dirigir al sensacional trío protagonista (ganadores del premio a
mejor interpretación en el festival de Cannes 2013, dentro de la sección ´´Una
cierta mirada´´), Quemada-Diez iba relatándonos, de manera muy íntima y
sencilla, la manera de darle vida a un
proyecto que forma parte de un tipo de arte que cada vez es más difícil de ver
en las carteleras: El Cine Social y Político.
La película, que tuve la
oportunidad de ver un día antes de la clase en mención, relata el viaje de Juan
(Brandon López), Sara (Karen Martínez) y Chauk (Rodolfo Domínguez) hacia los
Estados Unidos, con la promesa de una mejor realidad a la ya vivida en su natal
Guatemala. Muy aparte de los méritos técnicos que la cinta presenta (Buen
manejo de ritmos narrativos, interpretaciones fenomenales y un fotografía
paisajista muy resaltante) lo que más llamó mi atención fue la presentación y
manejo de temas tan contemporáneos como las fronteras y como éstas transforman
nuestra identidad, e incluso nos obligan a disponer de ella, algo que se ve
claramente en el personaje de Sara.
´´Para la realización de
ésta cinta estuve recogiendo numerosos testimonios de aquellas personas que lo
dejaban todo y arriesgaban sus vidas en pos de conseguir un mejor futuro para
su familia´´.
Ese futuro prometedor es
un personaje más en la cinta. Uno que es presentado de manera referencial, como
aquella realidad expectante no solo para los tres personajes principales, sino
para todas aquellas personas que viajan con ellos. ´´Juan ve a los Estados
Unidos como un sueño…como aquel sueño americano del que todos hablan. Pero para
mí era importante que en algún punto de la historia ese sueño se derrumbe y
deje de ser lo que él tanto esperaba´´.
Otro de los aspectos
importantes para un proyecto de estas características es la buena relación que existió
entre el director y productor(es). Sobre esto, Rodrigo dijo: ´´Creo que si hay
algo que los directores deben priorizar, es la consecución de una intensa
relación profesional y personal con su productor. Para mí fue importante que
cada uno de los chicos quisiera y estuviera dispuesto a viajar a Estados
Unidos, ya que si no hubiera sido el caso, los personajes hubieran perdido esa
autenticidad por lograr su objetivo. Mis productores (Inna Payán, Luis Salinas
y Edher Campos) entendieron esto e hicieron lo posible porque se llevara a
cabo´´.
En cierto momento de la
Clase, mencionó lo difícil que fue convencer a los apoderados de los jóvenes
actores a darle la autorización de trabajar en la película: ´´Algunos tenían
miedo de apartarse tanto tiempo de sus hijos, por lo que se hizo lo posible por
contarles la historia y el sensible enfoque que queríamos darle. Algo muy
particular me sucedió con Rodolfo, quien tiene el papel de Chauk, por el hecho
de que al pertenecer a la cultura tzotzil no conocía el idioma castellano, lo
cual significó una fuerte barrera de comunicación y una puerta hacia ciertos
prejuicios y desconfianzas por parte de sus familiares, quienes posteriormente
aceptaron gustosos en colaborar con nosotros´´.
´´Lo importante, muy
aparte de las condecoraciones y críticas, es que nunca olviden que un director
debe reflejar sus inquietudes. Trabajen en aquello en lo que realmente creen´´,
fue la respuesta de Rodrigo ante una pregunta que buscaba conocer sus
sensaciones ante todo el cúmulo de premios y expectativas que ha generado éste
proyecto, dentro de las cuales podría mencionar galardones a las mejor película
en los festivales de San Petersburgo (2013), Mumbai (2013), Sao Paulo (2013) y
Tesalónica (2013).
Lo que aprendemos al ver
una cinta es mucho más asimilable si tenemos la oportunidad de escuchar a su
creador, en este caso, Diego Quemada-Diez, quien comienza de ésta manera un
viaje profesional similar al de Juan, lleno de sueños, golpes y, lo más
importante, experiencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario