domingo, 16 de junio de 2013

¿ES UN AVE? ¿UN AVIÓN? ¡NO, ES BLAGGER!: SUPERMAN (1978)



En la actualidad, si hay algún género que se ha vuelto imprescindible de explotar para los estudios de cine, es la adaptación del cómic al film. Películas como ''The Avengers'' y las trilogías de ''The Dark Knight'' y ''Iron Man'' nos venden, por sobre muchas otras cosas, las maravillas que se pueden lograr con los avances del CGI en lo que a estética se refiere. A pesar de considerar, de manera muy personal, que el cine es ante todo entretenimiento, cuando este se prostituye por los intereses comerciales y estos terminan por abarcar el 100% de lo que un filme nos puede trasmitir, nos quedamos sin otro elemento muy importante: El mensaje. (Aunque en las pelis de Christopher Nolan puedan existir excepciones)

Y es precisamente este necesario mensaje el que encontramos en ''Superman: La película'', primer intento de los estudios Warner Bros. por llevar a la pantalla grande la historia de Kal-El, extraterrestre del planeta Krypton, quien luego de ser mandado por sus padres al  lejano planeta Tierra, debe crecer y adaptarse a una sociedad inferior en muchos aspectos.

Este sera comienzo de una retrospectiva sobre uno de los personajes más icónicos en la historia de la humanidad, no solo como figura de entretenimiento, sino como símbolo popular referente para todas las generaciones que sus más de 75 años le han permitido influenciar. Comencemos entonces.

Sinopsis: Luego de ser ignorado sobre las advertencias de una inminente destrucción del planeta Krypton, el científico Jor-El (Marlon Brando) decide salvar a su único hijo, Kal-El (Christopher Reeve), mandándolo a un lejano planeta. Al llegar, es criado por una solitaria pareja, los Kent, quienes inculcarán en él los ideales que años más tarde servirán como inspiración para convertirse en el salvador de la humanidad, Superman.

Opinión: Esta película fue un éxito comercial y fílmico instantáneo, impulsando las carreras tanto de Richard Donner (quien ya había sorprendido con ''The Omen'') como de un desconocido Christopher Reeve y convirtiéndose en la semilla de todas las adaptaciones que podemos disfrutar actualmente. Si bien realizadores como Burton, Nolan o Raimi han confesado haber encontrado en esta obra la inspiración para realizar sus propias adaptaciones, sería mezquino limitar el aporte de Donner al género fantástico y no expandirlo hacia un norte más cinematográfico.

Christopher Reeve tuvo que audicionar dos veces para conseguir un papel al cual aspiraron mas de 200 actores, entre los cuales se encuentran nombres francamente alucinantes si los imaginamos con el traje azul y rojo. Aquí una pequeña lista: Muhammad Ali, Al Pacino, James Caan, Clint Eastwood, Dustin Hoffman, Robert Redford, Burt Reynolds, Sylvester Stallone, Paul Newman y, la cereza del pastel, Arnold Schwarznegger (se imagi...no, no es posible imaginarlo). El gran problema de los productores era encontrar un actor que tuviera no solo el físico sino el talento interpretativo para sacar adelante la doble personalidad del súper héroe  Luego de muchas pruebas, finalmente decidieron darle la oportunidad a Reeve, quien tuvo que subir más de 20 kilos entre pre-producción y rodaje, lo cual solo termina por confirmar el gran compromiso del actor hacia un personaje que, para bien o para mal, lo enmarcaría por el resto de su vida.

The man. The Legend
Manejando muy bien esa dualidad mencionada a la hora de personificar tanto al seguro y poderoso Superman como al pusilánime y dubitativo Clark Kent, Christopher Reeve ofrece una interpretación llena de carisma y mucha solvencia, algo que probablemente no haya sido fácil de resaltar teniendo en cuenta las estrellas con las con las cuales compartía reparto, como lo fueron Hackman y Brando. De estos últimos, me gustaría resaltar el gran trabajo del legendario Gene Hackman como Lex Luthor, carismático némesis de Superman y responsable de todos los contratiempos de nuestro héroe conforme transcurre la película. Por el lado de Brando no tengo mucho que decir, teniendo en cuenta que su pequeña, aunque clave, participación en el filme, respondía más a una necesidad comercial por parte de los productores que algún tipo de exigencia artística. Completando el reparto principal, tenemos a Margot Kidder como Lois Lane, aguerrida periodista del Daily Planet y responsable de que nuestro héroe rompa una de las reglas que Jor-El pidió respetar: No interferir con la historia de la humanidad. 

Pues ahora que lo veo con detenimiento, ¡No es TAN fácil reconocerlo
debajo de esos enormes lentes eh!

Si bien uno de los factores en los cuales la película resalta por sobre muchas cosas fue la utilización de efectos especiales (logrando incluso un Oscar honorífico por ello) la manera en la que Donner manejo los casi 150 minutos de metraje merecen un reconocimiento. Esta cinta se divide en tres grandes fases:

1) La destrucción del planeta Krypton y el viaje de Kal-El hacia la tierra, donde en tan solo media hora Donner presenta y desarrolla de manera muy eficaz al perseverante y decidido Jor-El. Fue curioso para mí la aparición del general Zod y sus compinches Non y Ursa, pero luego me enteré que Donner quiso rodar tanto esta peli como la secuela al mismo tiempo, algo que lamentablemente no terminaría por concretar, pero esa es otra (y muy interesante) historia, que mencionaré más adelante.

2) La infancia y adolescencia de Jor-El, ahora Clark Kent, en el pequeño pueblo de Smallville, tal vez la etapa más importante de su vida por ser esta donde recibe las más grandes enseñanzas de sus padres adoptivos. La muerte de su padre, Jonathan Kent (Glenn Ford) y el posterior descubrimiento de un trozo de kriptonita lo motivarán a emprender un viaje en busca de su verdadero destino.

3) Llegada a Metrópolis y el comienzo de su vida como ''Superman'', apelativo impuesto por su amada Lois Lane. Es aquí donde la cinta se desarrolla en mayor parte, con un Reeve dejando huella en su doble interpretación, una buena dirección de Donner en lo que manejo de personajes se refiere (aquel plano secuencia de Clark Kent entrando por primera vez al Daily Planet, ocupando uno de los tantos escritorios y confundiéndose entre el común de los terrícolas me pareció fenomenal) y un clímax que si bien adolece por lo absurdo (la única parte de la película que merece un gigante ''¡¡WTF!!'') nos da a entender que lo más difícil para nuestro héroe no serán las batallas por salvar a la tierra, sino conservar aquellos valores que sus padres tanto se preocuparon en inculcarle.

Me pregunto: ¿Qué tipo de detergente usarán en Krypton para
dejar la ropa así de brillante?

Cada una de estas etapas transcurre de forma muy fluida, por una parte gracias a las ya mencionadas sólidas interpretaciones, y por otra debido a la utilización de unos efectos especiales cuidadosamente planificados y que tienen el mérito de haber sido logrados de manera muy práctica, utilizando cuerdas, proyectores y fotografías en diversas secuencias, especialmente en aquellas donde creíamos que un hombre podía volar.

Todo lo mencionado hasta ahora son elementos muy sobresalientes, pero que palidecen ante el magistral trabajo del legendario compositor John Williams, creando una deliciosa melodía que supera las barreras del cine y llega a ser reconocida incluso por aquellas personas que no siguen este arte como una pasión. ¿O es que puede existir alguien con más de 30 años que no reconozca el intro de ''Superman''? Junto a ''Jurassic Park'', el trabajo de Williams en esta cinta es sin duda uno de los mejores jamás realizados por un compositor.

Pinky y Cerebro

A pesar de todo estos factores positivos, es sabido que la realización de esta película fue un verdadero infierno para Richard Donner, quien no solo debió aguantar los engreimientos de Marlon Brando, sino también el maltrato de Ilya y Alexander Salkind, dueños de los derechos cinematográficos de ''Superman'', y quienes no lo dejaron completar la filmación en paralelo de ''Superman 2'' (la cual estaba completa en un 80%), solo para que después contrataran a Richard Lester como co-productor y posterior director de la mencionada secuela, luego de despedir a Donner por desavenencias con Pierre Splenger, socio de los Salkind en la compra de los derechos a DC Cómics. Por eso odio a los ejecutivos. (Na, yo quiero a todo el mundo =D)

Siempre he pensado que lo que se necesita en el mundo actual son ejemplos. Figuras que puedan significar o retratar la imagen de héroe que tenemos desde que somos niños. Aquellos que pueden hacer cosas que otros no podrían (o querrían) hacer. Aquellos que, como bien lo retrata nuestro querido Clark Kent, están dispuestos a ceder parte de si, en pos de un bienestar general, sacrificando incluso lo que más quieren. Esa es la esencia que no se debe perder. Y esa es la esencia que debemos preservar.

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